¡HASTA EL INFINITO..Y MÁS ALLÁ!

Me han comentado que se va a estrenar la 3ª parte de TOY STORY. A lo mejor soy un infantil, pero TOY Story es una de mis películas favoritas. No entro en temas técnicos, aunque es indiscutible su calidad y que supuso una revolución en el mundo del cine similar a los clásicos de animación de Disney en los años 30 o a la saga galáctica en los 70. Es una película increíble. Es empezar a verla y olvidarte de que es una película de animación, la historia es buenísima y los personajes de los que marcan, no en vano he leído que un director de cine español afirma que «No es sólo la primera película de animación realizada en 3D, es mucho más. Es una historia memorable con personajes más humanos que los humanos». Tiene toda la razón, personajes más humanos que los humanos. El argumento es divertido y entrañable, tiene mucho de comedia y mucho más de acción, esa operación de espionaje de los soldaditos de plástico está a la altura de cualquier película de hazañas bélicas. Los juguetes son unos auténticos actorazos, yo creo que Mister potato se merecía el Óscar al mejor actor secundario. Es un auténtico canto a la amistad y está llena de guiños a los adultos, de hecho yo creo que es la primera película “de niños” que los adultos pueden ver una y otra vez sin usar a un hijo, sobrino o ahijado de coartada. Estoy deseando que se estrene la tercera parte.

Ayer fue el segundo entrenamiento “de calidad” de esta semana (ya comenté que el lunes hice solo un trote playero, para dejar huellas en la arena), nos juntamos Ramón y yo (los únicos que teníamos tiempo) y pese a empezar algo doloridos fuimos de menos a más. Primero hicimos unos 35 minutos de trote rápido, sin parar de charlar, durante los que recorrimos algo más de 6 quilómetros en total. Llegados a este punto paramos a charlar con un experto ex corredor 5 minutos y después volvimos a la carrera. Otra vuelta al pinar y después las temidas series de 1000 metros. Después de muchas semanas de lesiones y simples rodajes, nos propusimos hacer 4 series. No estuvo mal aunque pinché en la última, pero estoy encantado porque he acabado sin dolores raros, contento y feliz como una perdiz. He notado una buena mejoría, ya me considero un corredor popular (modesto) y tengo muchas ganas de volver a calzarme los tenis y llegar, como diría Buzz Lightyear: ¡HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ!.

Por la tarde, para consolarme de la inesperada derrota de España en el Mundial, fui con mi compañero de travesías “natatorias” playeras a estrenar las balizas de Cabañas. El frío era impresionante y él hasta tuvo principio de hipotermia, pero todo es empezar, nadamos la mitad de la ruta, que no está mal. Después de esta jornada, dormí como un bebé, ya era hora….