DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

lunes, 16 de agosto de 2010

"SOPLA NORDESTE EN LA RÍA Y UNA VEZ MÁS...


....Esperaré que los días quieran cambiar". Eso decía la canción "lluvia" del grupo ferrolano "Los Limones"




Pues eso, que llevamos muchas semanas disfrutando del verano caribeño que nos proporciona el viento del nordeste. Este viento trae el buen tiempo en verano y el frío en invierno. En la mitología griega el nordeste es uno de los vientos menores, y como esos griegos y romanos tenían dioses para todo, el dios -viento del nordeste era un tal Cecias o Caecius según los romanos, un viejecillo con muy mala idea que se encargaba de arrojar granizo y echar a perder cosechas, por lo visto. El caso es que aquí el nordeste nos trae solecillo y días de disfrute, playa y deporte, pero ¡ay!, nada es perfecto y también se encarga de congelar el agua del mar.


Este verano el agua de nuestras playas está helada. Es el comentario más escuchado en cualquier arenal gallego. Parece ser que la temperatura media del agua este verano es unos 3 grados menor que los años anteriores y eso es culpa de la persistencia este mes del famoso Cecias o nordeste, viento que desplaza las aguas superficiales, que son más cálidas, y hace aflorar las profundas, que son más frías. Nunca te acostarás sin saber una cosa más, como decía mi padre.


El caso es que con gran dolor de nuestro corazón hemos tenido que aplazar "sine die" nuestra travesía- memorial Redes - Cabañas, no es posible nadar 40 minutos o más en la ría tal y como está el agua, ¡ayer parecía nitrógeno líquido!. A ver la semana que viene que pasa....mientras tanto a hacer de tripas corazón, echarle narices e intentar nadar sin convertirnos en pingüinos para no perder la costumbre, que en cuanto te despistas y estas unos días sin nadar, pierdes fondo de una manera asombrosa.




Sigo agotado, claro, y además tengo mala cara (y me la merezco, como dice, con razón, doña Carmen). Si además de machacarme de día corriendo, nadando o remando, me dedico a salir hasta las 6 o 7 de la mañana día sí y día también, el resultado no puede ser otro que tener unas ojeras que me llegan hasta el suelo. Eso sí, las risas y anécdotas para recordar ahí quedan, "que nos quiten lo bailao". Hoy me meto en la cama ya mismo que necesito dormir más de cuatro horas y media algún día, que uno ya no tiene edad...


Mañana más y mejor, y que siga soplando nordeste en la ría...

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