DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

viernes, 22 de octubre de 2010

SOY UN GOONIE


Estoy agotado. Es que no aprendo. Para calmar la ansiedad que me produce la espera de noticias laborales (el que espera desespera, ya se sabe) me dedico a machacar mi cuerpo serrano, lo que en principio es bueno, lo que pasa es que no aprendo y me excedo. Hoy por la mañana fui al gimnasio a hacer un poco de bicicleta estática, una tabla de ejercicios (abdominales, flexiones, lumbares, dorsales…) y unas pocas series en la piscina. Hasta ahí todo bien. Pero por la tarde salió un rato el sol y no pude evitar salir a correr un poco entre los pinos y por la orilla de la playa, lo que tampoco es malo. Hice un calentamiento de cuatro km y medio a ritmo de trote y luego tres “miles” a ritmo más rápido, 4, 20 minutos el km; 4,15 y 4.05, con un trotecillo de un minuto de descanso entre cada mil. Vamos, una cosa rara pero que me dejó satisfecho. Se nos ocurrió remojar las piernas en el mar salado (y helado) para relajar los músculos y la cosa acabó en chapuzón. Un 22 de octubre, en Galicia, y yo bañándome en la playa…no sé yo si será muy normal lo mío. Pues ahí no acabó la cosa, como estaba entonado después del baño se me ocurrió ir a la piscina municipal, en un principio a relajarme al SPA, lo que pasa es que no pude evitar nadar un kilómetro. Resultado de todo esto: Al llegar a casa y sentarme a cenar el cansancio acumulado llegó de golpe y no hay quien me levante del sofá. Mañana será otro día.

Estos días, conversando por correo electrónico con la pandilla de juergas veraniegas, (sí, somos así de modernos y además cada uno vive en una ciudad distinta y no nos queda otro remedio) ha salido el tema de las películas recomendables. Como suele pasar, la cosa acaba liándose y se pasa de aconsejar un clásico holliwoodiense a ensalzar un pastelón romántico o una “coña marinera” estilo “este muerto está muy vivo”. El caso es que entre disparates y cosas serias, la guapa Cristina habló de una película española que se acaba de estrenar y de la que yo (quizá por mi desapego al cine español) no había oído hablar, “HÉROES” de un barcelonés que yo no conocía y con actores anónimos en general.

Por curiosidad, mientras sentado en el sofá retomo fuerzas para que mis piernas sean capaces de llevarme a la cama, eché un vistazo a críticas y tráilers de la película en cuestión y la verdad es que me quedé gratamente sorprendido. Por un momento parecía que estaba en 1985, en el cine con mis amigos, viendo los inolvidables Goonies.

Es que parece que los cerebros de la industria han descubierto un filón en nosotros, quienes pasamos la infancia y adolescencia en los años 80. Ya hablé de las películas ochentera que me han marcado, como por ejemplo “La princesa prometida” , “regreso al futuro” o “los inmortales”. Pues hay que añadir otras dos buenas películas, que además forman parte de un subgénero que podríamos denominar “películas de pandillas de niños” o algo parecido.

Se trata de películas que en apariencia cuentan una travesura o una aventura que corren un grupo de amigos en su infancia (normalmente en un verano ) pero en el fondo la utilizan para narrar un tránsito a la madurez, hacer un canto a la amistad y una loa al paraíso perdido que representan, para casi todo el mundo, los veranos de la infancia. Estas dos películas son “CUENTA CONMIGO” de Bob Reiner (autor de, entre otras maravillas, La princesa prometida y Cuando Harry encontró a Sally) y , cómo no, “LOS GOONIES” , historia de Spielberg dirigida por Richard Donner (Lady Halcón, Supermán, La profecía, Arma Letal...),

Ambas películas están llenas de aventura, amor, emoción, muchos gritos, risas, el inevitable primer beso, referencias a la revolución hormonal propia de la adolescencia…tienen de todo, vamos. Son películas familiares que gustan tanto a los niños (por la aventura en sí) como a los mayores (la nostalgia es lo que tiene) contadas con inteligencia, interpretadas por unos actores sorprendentemente perfectos para sus papeles , con unos diálogos logradísimos y adornadas, además por unas impresionantes bandas sonoras (música de los años cincuenta en Cuenta conmigo y ochentera en el caso de los Goonies).

Por lo que he visto y leído, HÉROES parece pertenecer a este subgénero que me acabo de inventar, quizá con alguna influencia de Verano Azul, la mítica serie española de principios de los ochenta, así que, aunque el cine español no es santo de mi devoción, no pienso perdérmela.

Parezco un anciano porque siempre tengo un tono nostálgico en mis entradas en este blog, pero no puedo evitarlo. Se dice que uno no es de donde vive o donde nació, sino de donde pasó los veranos de su infancia. Hace ya algunos años que he venido a vivir al lugar donde pasé esos veranos y cada árbol de pinar y casi cada montón de arena de la playa es parte de mi vida. Mis compañeros de trotes y carreras se meten conmigo por eso, cada vez que corremos les cuento una anécdota acerca de tal chiringuito, cual banco del pinar o aquel día que hundimos un bote en el que remábamos y no podíamos parar de reírnos. Yo encantado, será que en el fondo soy un goonie, corredor, pero un goonie.

Mañana a correr más, a disfrutar de una cena entre amigos y a sentirnos, como dice la canción de Alphaville (incluida en la banda sonora de Héroes), por siempre jóvenes.


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