¿Me estaré volviendo locuelo? Esta tarde salí una hora a pasar frío en bicicleta, en realidad me moría de ganas de correr pero mañana tengo carrera de 10 kilómetros y medio y es norma no escrita no correr el día antes de una carrera (cosa que, por cierto, nunca entenderé, los futbolistas entrenan el día antes del partido por narices, pero bueno). El caso es que no corrí, pero pasé por las pistas a saludar a los compañeros que mañana no compiten. Mientras ellos corrían decidí, para hacer tiempo y hablar con ellos cuando acabasen de entrenar, pasar por ALCAMPO a hacer una pequeña compra y ojear libros. "Ni de broma tardo más de 20 minutos" pensé, ingenuo de mi.
Pues nada, que entro en el hipermercado en cuestión, cojo las cuatro cosas que necesitaba y, cuando salía, pasé por delante de la sección de televisores. ¡Craso error amigo cabañés! en los tropecientos plasmas, LCDS y demás moderneos expuestos estaban retransmitiendo los campeonatos europeos de atletismo en pista cubierta de París. Ahí me quedé, como un bobo, con la boca abierta mirando como corrían a toda velocidad un montón de atletas que no conozco, ¡40 minutos me pasé sin apartar la vista de las pantallas!, como la sirena aquella de la película SPLAHS, cuando descubría la televisión. se me fue el santo al cielo de tal manera que cuando volvía las pistas solo quedaban las limpiadoras.
Aparte de alucinar con lo mucho y rápido que corre la gente por el mundo adelante, alegrarme de que Jesús España se clasifique par la final de 3000 metros (18 vueltas al circuito, qué rollo, y yo encantado mirándolo) la anécdota me hace pensar si no estaré un poquito obsesionado.
Lo que me recuerda una entrada de otros blogs de por ahí que cuenta que ya te puedes llamar corredor (obsesionado añadiría yo) cuando pasan cosas tales como: Los plátanos y la pasta son el 80 % de tu dieta, a la enfermera casi le da un infarto al ver que tus pulsaciones están a 40; madrugas tanto o más los fines de semana que los días laborables; te parece inmensa la diferencia entre 14 y 15 kilómetros; conduces 100 km para correr 10; coleccionas dorsales; en el lavadero hay un sitio especial para la ropa de correr; estiras los músculos cuando haces cola para comprar el pan......y muchos otros datos parecidos que no copio para no ser plagiador.
¡La cumplo todas y encima me quedo hipnotizado viendo las televisiones de Alcampo! jaja. Pues será que estoy chalado, pero ¿sabéis una cosa? que mejor chalado (por una cosa sana) y feliz, que cuerdo y tristón.
Los locos de verdad son mis amigos campeones. Killoke y los demás militronchos que van a correr los 101 km de ronda, Tom y su nueva obsesión por lo duatlones ( y por el maratón que haremos el año que viene, Tom); Cojo/mudo y 7 ombligos, que en breve van a acampar en una pista cubierta para no perder baza, José D. que pretende hacer el maratón des sables....a su lado yo no soy un loco, como mucho un poco chalado.
Ahora a la camita (y eso que es viernes por la noche, si ya digo yo que muy normales no somos). Mañana a Padrón a correr cuarenta y pocos minutos, y a disfrutar el fin de semana. Sean todos felices y que nadie tenga miedo de volverse loco, si no fuese por nosotros, los chalados, el mundo sería muy aburrido.
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