Unos pican e outros non, y libros que leer

El sábado pasado participamos en la IX  carrera popular Concello de Padrón. Se trataba de dar dos vueltas al paseo del Espolón,  una carrera,  como diría Rosalía de Castro, " a las orillas del Sar". La semana anterior solo había salido a correr un día, por la maldita periostitis tibial esa que tanta lata da, así que muy en forma no estaba. La bici y la piscina me ayudan a mantener fondo, pero la velocidad ha decaído.

Como era consciente de eso, acudí a la cita con la intención de disfrutarla, como siempre. Casi sin preocuparme del cronómetro.  ¡Y vaya si la disfruté!. Es una de las carreras mejor organizadas a las que he ido, con muchos participantes de toda Galicia (estaban todos los foreros de "correrengalicia") y mucho público.

Solo aparcar el coche  de Ton ya estábamos saludando gente, después de un cafetito empezamos a calentar juntos los ferrolanos y todo fueros risas, saludos y bromas. Allí estaba Laura, con su eterna sonrisa que no le cabe en la cara, trotando como una centella. Decidí seguirla de cerca durante toda la carrera para cruzar la meta juntos, pero no pudo ser. En el km 6,5 me dio un "punto" o "flato" y me quedé rezagado. Me sacó casi un minuto la tía, y eso que había ido en bicicleta desde Santiago a Padrón, vamos, un paseito....un crack esta mujer, tanto en el trabajo como en el deporte (de hecho, yo creo que la disciplina en el deporte ayuda a ser mejor en el trabajo).

Por un momento creí que estaba delirando, mientras corría intentando recuperar el tiempo perdido me encontré una familia de "Amish" que parecían recién salidos de la película "Único testigo" aplaudiendo y animando. Me quedé a cuadros, pero justo en ese momento adelanté a un maromo de un metro noventa corriendo con tutú de ballet y peluca a lo Marilyn Monroe, fue cuando recordé que era sábado de carnaval. 

En fin, que lo pasé muy bien. quedé justo en la mitad de la clasificación, de mis peores resultados, pero no estuvo mal. Ésta, con otras carreras como La Coruña 10, San Juan de Piñeiro en Ares, el Memorial Adolfo Ros en Ferrol, la Pedestre  de Santiago, la Vig Bay (¡qué nervios, ya está ahí!), es otra de las fijas en mi calendario. (calendario que se va a quedar sin hojas libres, como sigan gustándome todas las carreras).

Ya que he hablado de Rosalía y he corrido en tierra de escritores (Cela, la misma Rosalía) comento que ayer y hoy, a pesar de estar cargadito de trabajo (estupendo), tuvimos vía chat una interesante conversación acerca de literatura de la que he sacado una pequeña lista de libros que leer o releer. Ayer mismo, fruto de una recomendación de esa "chateo" leí "El contrabajo", amarguísima novela de Patrick Suskind (el de "El Perfume"), en solo 23 páginas nos describe de una manera muy pero que muy cruda y dura la soledad y la frustración, vamos, un asco de vida la del protagonista. 

Para evadirme del agobio que transmite ese libro estoy leyendo ahora " el alquimista impaciente", de Lorenzo Silva, novela policíaca muy entretenida protagonizada por una pareja de Guardias Civiles, Vila y Chamorro,  que forman parte de mis personajes preferidos. Mordaces, agudos, ingeniosos y que además (cada uno es como es y a mi me gustan estas cosas) destacan la importancia de ciertos valores muy escasos hoy en día (y más en novelas o películas españolas, por desgracia) como el cumplimiento del deber, la compasión, el compañerismo y el trabajo bien hecho. Muy recomendable. 

Para acabar la entrada "seudo culta" de hoy, la famosa conversación literaria también ha motivado que, en cuanto acabe el libro anterior, vuelva a devorar la historia de los Churruchaos en Pueblanueva del conde, o sea, "los gozos y las sombras" del, como no, ferrolano Torrente Ballester. 

Mañana es San Viernes y tocan series, nos hemos propuesto hacer 4000+3000+2000 a 16:40 12:15 y 7:50. A ver en qué kilómetro echo los higadillos.....