DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

lunes, 9 de mayo de 2011

Verdades evidentes

" Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad " Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson, 4 de julio de 1776.


No es que yo sea especialmente "proyanki" (aunque tampoco antiamericano, vamos, ni chicha ni limoná) pero este fragmento de la Declaración de Independencia me parece digno de ser conocido por todos los pueblos, Mr Jefferson acertó de pleno, en mi humilde opinión. Mucho se habla de la Revolución Francesa y tal y cual, pero la americana, que fue antes, sentó las bases del constitucionalismo y deja establecidas como "verdades evidentes" dos pilares de las posteriores declaraciones de derechos que se fueron redactando, la libertad y la igualdad.  

Pero hoy me quedo con el tercer derecho inalienable, "la búsqueda de la felicidad". Me gusta mucho esta expresión, todos tenemos el derecho a la búsqueda de la felicidad. Ojo, amigo, no "derecho a la felicidad" sino a buscarla, a currársela. Me gusta mucho, repito. 

Todo esto viene a cuento de que ayer vi una película de Will Smith que se titula precisamente así, un dramón familiar con tintes caprianos basado en una historia real que me ha sorprendido por lo buena que es. Refleja la crisis (aunque ambientada a principios de los 80) de un modo muy crudo, mete algo de miedo, la verdad, que las cosas no están para descuidarse, pero deja un poso optimista. Tiene una especie de moraleja, que si no desfalleces, si perseveras (si sigues caminando) llegas, osea, que si buscas la felicidad, la encuentras. ¡Venga, a por ella!. 

Es curioso como lo de practicar deporte (mal, pero practicarlo lo practico) me ha enseñado a apreciar estas frases y pensamientos. Entre las frases que más pronuncio en los últimos meses, aparte de cosas como "¡qué cansado estoy!", "estos km miden más de 1000 metros seguro" "no puedo más" "qué sueño/hambre tengo" y otras similares, hay dos que se llevan la palma en cuanto a reiteración: "¡Qué bello es vivir!" y "la vida es bella". Uno es así, como ya sabéis, intenta exprimir la última gota positiva de cualquier experiencia o vivencia. Y como muestra un botón.  Ayer tratábamos de hacer la última tirada larga antes de la media maratón de Coruña, el próximo domingo. Pues bien, cuando llevaba unos 15 km, agonizando mientras mis compañeros incrementaban el ritmo, sentí la tentación de abandonar, pero continué. Llegamos casi al mismo tiempo y acabé más feliz que una perdiz y satisfechísimo, pletórico, pero no por los km recorridos, sino por haber superado la tentación de parar, por haber cumplido un objetivo costándome sudor y esfuerzo. 

Algunos amigos acaban de alcanzar importantes logros deportivos, uno ha terminado con éxito los 101 km de Ronda (24 horas andando y corriendo hasta recorrer 101 km), otro ha dedicado un maratón a su padre recién fallecido y un tercero ha participado en su primer triatlón de élite. Si encima leo en la prensa que Gómez Noya ha vuelto a ser campeón de España y la hazaña del ultrafondista Josef Ajram, que está haciendo un Iron Man al día durante 5 días consecutivos, yo con mis cutres objetivos populares debería sentirme pequeñito, pequeñito. Pero no señores, no, me siento bien, les tengo como ejemplos a seguir, mientras sigo con mis humildes correrías, nadadas y pequeños desafíos. Así sigo, Buscando la felicidad, es una verdad evidente que es mi derecho ¿no?

1 comentario:

  1. Amigo Miguel no hay objetivo pequeño, todo es relativo frente a esos monstruos como Noya o Ajram somos iguales. Me ha gustado tu entrada, yo también lo veo así. El domingo aprendí mucho, pero no como corredor sino como persona. Gracias por acordarte de mi

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