DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

sábado, 11 de junio de 2011

El retorno del runner

Si nunca afrontas la pena de partir, nunca conocerás la alegría del regreso. Esa frase la leí hace años y se me quedó  grabada. Se puede asociar con aquello de que nunca se aprecia en su justa medida lo que se tiene hasta que te falta. Dos grandes verdades ¿no?. A mi me lo parecen, y en todos los ámbitos de la vida (la pérdida de una persona querida, la ruptura de una pareja...). Pero que nadie se preocupe que aunque el comienzo de la entrada parezca adentrarse en profundidades somnolientas,  me voy a referir a que por fin puedo volver a correr. 

¡Qué feliz estoy! después de 5 interminables semanas por fin vuelvo a ser "cabañés". El viernes, con más miedo en el cuerpo que el primer día que te subes en un avión, empecé a correr de nuevo. Me acompañaron los habituales Ton el fenicio, Ramón,  Jorge y sus hijos y , como novedad y sorpresa, el doniñero atleta poeta se unió al trote de reinicio.  

El médico me dijo el martes que, aunque el codo no estará soldado del todo hasta dentro de un par de semanas, ya puedo empezar a correr y nadar (con prudencia, eso sí). He ganado un par de kilos este mes de parón, y como veía a los habituales entrenar sin parar, estaba "acongojadito" por haberme quedado irremediablemente atrás. Así que, tras ponerme la preceptiva codera,  empecé el trote con cautela, pero tras los primeros minutos de calentamiento me sentí casi como siempre y al final corrimos lo habitual en estos trotes, unos 10 kilómetros en 50 minutos sin ningún tipo de dolor preocupante, caída, agotamiento ni nada parecido.  Mañana domingo, toca la primera "tirada larga" desde la operación del codo.


(preparándome para salir)

Parecerá una chorrada pero me sentí tan contento al acabar este entrenamiento como al terminar mi primera media maratón (aquella gloriosa media "Memorial Adolfo Ros, Vuelta a la Ría de Ferrol" de hace ya medio año). Así que estoy encantado. Ya dije cuando me lesioné que durante un tiempo no iba a ser el mismo, pero volvería a serlo, pues en ello estoy. 

Encima, después de la última estupenda y fructífera semana de trabajo, ahora voy a disfrutar otra de vacaciones  (yo diría que bastante merecidas) que pienso emplear en descansar, desconectar de leyes y papeleos, olvidarme (hasta cierto punto) de que se me acaba el contrato en breve  y recuperar la forma. ¡Qué bello es vivir!


¡Cabañés ha vuelto!

2 comentarios:

  1. Lo has explicado muy bien como se echa de menos esto, felicidades por el regreso

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  2. Gracias Alex, el regreso con agujetas, pero regreso al fin y al cabo. Un abrazo.

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