Es de bien nacidos, ser agradecidos

"Esta victoria es para la gente que me apoya día tras día. Es un torneo que más especial es imposible para mí. Lo que me ha pasado es algo que no podía imaginar. Estoy emocionado, muy satisfecho, muy feliz y solo puedo dar las gracias a la vida porque soy alguien muy afortunado"

Esto es lo que dijo el grandísimo Rafael Nadal este domingo, tras ganar su sexto Roland Garros, tras una final intensísima contra su ya acostumbrado rival, Federer, quien posiblemente sea uno de los mejores tenistas de la historia.

No paro de repetirme en el blog, pero con gente como Nadal y Contador no puedo evitarlo. nos tienen muy mal acostumbrados. Son un ejemplo de tenacidad y encima son humildes y con la cabeza bien amueblada.

Decía un periodista que frente a la filosofía hoy imperante de que las cosas nos vienen regaladas, Rafa nos mostró que no es así, que hay que ganarlas con tesón. Sin dar nada por perdido, luchando y peleando por cada punto como si fuese el último. Llegó a este torneo  cuando (otra vez) muchos le daban por acabado y a vuelto a demostrarnos que con perseverancia todo se logra. Una máquina y un ejemplo a seguir. 

Algo parecido ocurre con Contador, crucificado hace unos meses públicamente por presunto dopaje (los famosos picogramos) el tío se subió a la bici y a base de pundonor, ganó otro duro Giro de Italia y dentro de poco es capaz de hacernos olvidar al inolvidable Miguelón Indurain.  Osea que ya sabemos, a aplicarnos el cuento, perseverar con humildad y ser agradecidos por las cosas de las que disfrutamos.

En cuanto a mi, pues las cosas van bien. En el trabajo cada vez mejor y encima hoy me han quitado el cabestrillo, el brazo poco a poco vuelve a ser lo que era. El médico me ha tranquilizado diciéndome que evoluciona bien y que recuperaré casi el 100% de movilidad aunque tengo que tener paciencia, ya que la rehabilitación  probablemente me lleve todo el mes de julio. El caso es que me ha dado la buena noticia de que en unos días puedo empezar a correr otra vez y a intentar nadar. Una pena que me haya prohibido la bicicleta de momento, pero bueno, no se puede tener todo en esta vida. 

(Punto kilométrico en el pinar)

Hoy mismo estuve en el pinar con mis compañeros de correrías (¡qué forma ha alcanzado el fenicio Ton!, a este paso no va a querer correr conmigo) y les di la novedad, me van a poner las pilas... Este fin de semana me pondré manos a la obra, a la tarea de recuperar la forma y mejorar, ¡qué ganas tengo!. .

  

Y como el título de la entrada de hoy y la frase de Nadal que transcribo hablan del agradecimiento, aprovecho para dar las gracias a quienes han tenido la paciencia de aguantarme los días que estaba tenso y pesado por no poder hacer deporte y estar algo asustado por la fractura de brazo, a quienes me llevaban en coche al trabajo, al quirófano y a ver pruebas por la comarca (¡ese triatlón de Oleiros que el año que viene pienso disputar!) y a quien, conociéndome de muy poco, me ha dejado un fantástico rodillo para poder pedalear con la bicicleta sin poner en peligro el codo (las vibraciones de  la carretera no son buenas mientras no esté el hueso soldado del todo) y así matar el gusanillo.  

(La mejor tienda de deportes de la comarca)