DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

domingo, 25 de septiembre de 2011

Empujar el carro y solidaria Décimas.


Hace unos días descubrí una historia relacionada con el deporte de correr que me ha emocionado. Se trata de la historia de un padre aficionado a las carreras populares y su hija, María. Josele es un valenciano de 42 años que lleva más de 20 años participando en populares. María es su hija de 12 años, y padece una de esas enfermedades llamadas "raras", el síndrome de Rett. Hace ya 5 años Josele llevó a María un día a correr, montada en su carro, y notó que estaba más feliz, sonreía, estaba más atenta y reaccionaba cuando oía su nombre...una inmensa alegría para su padre, sus dos pasiones, el amor a su hija y su deporte favorito, se unían.


Desde entonces ambos han participado en muchas carreras, ¡hasta han acabado un ironman y pretenden hacer un doble ironman!. Josele ha creado la página web www.mimundorett.com  y con sus carreras, sus camisetas, su simpatía y sobre todo su empeño, ha logrado que una auténtica marea de solidaridad le ayude a empujar el carro de María, a difundir un mayor conocimiento de las enfermedades raras y a recaudar fondos para investigar y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.

La historia me recuerda a la que ya comenté hace meses, sobre el diario de Pedro, que ha conseguido que mucha gente sepa qué es el Síndrome de Sturge Weber. Hace tiempo que no tengo novedades de Pedro y Miguel, pero lo que está claro es que no hay obstáculo que el amor paterno no pueda superar.

En relación con lo anterior, y tocando el tema del pisoteo de asfalto, pinar, playa y lo que haga falta, tengo que mencionar que últimamente están proliferando las carreras solidarias. Como muestra un botón, en pocas semanas, y sin salir de la provincia, tenemos unas cuantas, entre ellas la Carrera Unicef en Sada y, sobre todo, la I Carrera Solidaria Décimas Atletismo Narón, al lado de Ferrol . Esta última carrera promete ser un éxito, el propietario de DÉCIMAS está poniendo un empeño en la organización que cualquier otro resultado sería una injusticia, no sé a qué esperan todos los corredores de Galicia para inscribirse en esta fiesta del atletismo. Aparte de un montón de regalos y una organización perfecta, los beneficios de esta carrera se destinarán a la ONG LENA, que hace una gran labor por la educación de niños desfavorecidos en Brasil.



A pesar de estar bastante lento, pienso participar en ambas, si encima de pasarlo bien, llevarme una camiseta bonita y hacer deporte, echo una mano y ayudo a "empujar el carro" satisfecho me quedo, la unión hace la fuerza, dicen. 


martes, 20 de septiembre de 2011

Pater

Hoy, 21 de septiembre, no voy a escribir de carreras, entrenamientos o agujetas. Hoy se acaba el verano y es el aniversario de la muerte de mi padre. 11 años ya. 

"Hola Pater familias" 

Así es como yo saludaba, en broma,  a mi padre cuando le veía por las mañanas. Hoy, como ya dije, se cumplen ya 11 años desde que se marchó. ¡Cómo pasa el tiempo!. En la antigua Roma el pater Familias era reconocido con la "potestas" (poder socialmente reconocido) y la "auctoritas" (saber socialmete reconocido). Don Ignacio tenía ambas, aunque pecaba de buenazo.

Cuando era pequeño (soy el menor de 10 hermanos) le veía como un señor muy mayor, muy respetable y al que quería mucho, me llevaba muchos años.  Mis primeros recuerdos de él me llevan al monte del Castro, en Vigo. Él me llevaba al parque de la mano, me compraba unos barquillos, me dejaba ahí jugando con algunos  compañeros de colegio (Floerencio, Mezquita) que también iban con sus padres (ingenieros en su mayorìa, como él), y ellos se quedaban fumando y charlando un rato. A lo mejor eso lo hicimos pocas veces,  pero tengo el recuerdo muy vivo, es lo que pasa con los momentos felices.

Pero el recuerdo más intenso que tengo de mi padre es de cuando ya tenía yo 9 años. Le recuerdo llevándome en brazos, como el gigante que yo veía en él, al hospital, al "pirulí" de Vigo, cuando estuve a punto de morirme por una enfermedad pulmonar bastante extraña. Es curioso porque solo me acuerdo de estar en sus brazos, oyéndole decir palabras tranquilizadoras y de ver a mi madre con cara de preocupación acariciándome, con un vestido naranja que tenía cosidas conchas de mar o caracolas. Enseguida entré en coma unos días, pero ese breve trayecto del coche (¡aquél fiat!) a urgencias, se me quedo grabado.  

Todos los días me acuerdo de él, ya sea al ver una película antigua, leer un libro, ver a sus viejos amigos de Cabañas (pocos quedan), oler el tabaco de pipa o escuchar alguna ranchera o canción que le gustaba. Casi todos los días pienso "¡qué razón tenía papá!" , y casi todos los días me arrepiento de no haberle dado más satisfacciones y haberle demostrado mas lo que le quería.  Ya no está aquí, pero intento remediar esa sensación actuando como creo que él querría que lo hiciese, espero acertar. 


La vida tiene cosas curiosas,  es un ciclo, muchas situaciones o sentimientos tienen reflejo en otras del pasado. Cuando mi padre enfermó y le acompañaba una y otra vez al hospital, le velaba por las noches o le cuidaba de día, su imagen llevándome en brazos acudía a mi cabeza una y otra vez. Me queda la satisfacción de haber aprovechado la oportunidad de, con el mismo cariño que él hizo conmigo, sostenerle en brazos al final. 

viernes, 16 de septiembre de 2011

Buscador del oculto paisaje


En todo corredor hay un rastreador de caminos, un espectador inocente de la naturaleza, un buscador del oculto paisaje por donde huir del ángel malo de la rutina diaria (Antonio Lastra)


El otro día Alex, autor de uno de mis blogs preferidos (Nenikékamen: la Fe del corredor converso), escribía que se considera un privilegiado por poder correr donde lo hace, en plena naturaleza, subiendo un monte y viendo amanecer al descender. Coincido en muchas cosas con ese corredor converso y esta es una de ellas. Estoy convencido de que soy un privilegiado. En la vida hay justicia, Dios es justo en el fondo, aunque a veces nos cueste verlo. No hay mal que por bien no venga. Cuando las cosas van mal, esos días en los que parece que tienes que ir esquivando problemas como si fuesen pedrisco que te golpea, siempre pasa algo que te hace ver que la vida sigue siendo bella.

Sordera, Paro, calabazas, deudas, ausencias,  cabreos injustos de alguna amistad o familiar, agujetas, un mal resultado en una carrera, un pinchazo....vale, son cosas horribles, pero ¿y ese día que el ex jefe te llama para decirte que echa de menos lo bien que trabajaba contigo? ¿esa gente que nunca falta para tomarse unas cañas entre risas? ¿la rubia que de pronto te vuelve a hacer caso?  ¿ese olor a mar al abrir la ventana pro la mañana? ¿esa película de la que no te acordabas y que disfrutas como un enano?...pequeños detalles que, sumados,hacen que vivir sea bello.  ¡Qué caramba, nadie dijo que iba a ser fácil!

Y entre esos pequeños detalles, está el privilegio que comentaba mi colega bloguero corredor. Me encanta correr, pero es que además corro en el paraíso.  Esta semana he corrido por tres escenarios inigualables, a saber: 

El paraíso con mayúsculas: CABAÑAS. El martes hora y media de campo a través, carretera, cuestas y velocidad yendo de Cabañas a ares (y vuelta, claro), con la compañía de la élite del lugar. 


(Paisaje desde el camino que nos lleva a Ares)

Fragas del Eume.- A pesar de haberme perdido la semana pasada, como ya conté, no me cansare de correr por el Río. Ya, ya se que lo he dicho mil veces, ¡pero es que es tan bonito!

(pozas en el Eume, inigualable)


Hoy mismo, otra vez acompañado de los maestros Jorge  y el atleta poeta, Doniños, pinar de Lobadiz y Covas. Una maravilla (y agujetas aseguradas mañana).

(Puesta de sol en Doniños)

Si es que es verdad, soy un privilegiado y además soy corredor y, como dice Antonio Lastra, soy un buscador del oculto paisaje.

martes, 13 de septiembre de 2011

Tenéis muchos sueños...

..buscáis la fama, pero los logros cuestan, y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor.  

Esta frase, cambiando "logros" por "fama" es mítica para los nacidos en los años 70. La pronunciaba acompañándola de unos golpes en el suelo con su bastón,  como todo el mundo sabe, la profesora de baile de la escuela de la serie FAMA, hace unos 30 años o casi. 

Me acordé de esta frase el pasado sábado, mientras agonizaba en el km 8 del XXX maratón popular de San Xoan de Piñeiro, en Mugardos, aquí al lado (nota, aunque se llame maratón, es una carrera de 10500 metros). Se trata de una carrera muy bonita, con un ambiente estupendo y una gran participación, pero también es una prueba muy dura, siendo los últimos 4 km cuesta arriba excepto los últimos doscientos metros, que son bajada, lo cual es una gozada porque llegas a meta disparado. 

El caso es que en el km 8, cuando ya me adelantaba todo el mundo porque estaba derrengado, solté una de esas exclamaciones que se me escapan a veces "¡no puedo más, coño!". En ese momento un corredor que estaba a mi lado me dijo, "claro que puedes cabañés, si no te costase trabajo, no te gustaría correr". Me sorprendió primero que me conociese (a mi no me sonaba de nada) y después que tuviese el cerebro lo suficientemente fresco para decir esa verdad tan grande, cuando yo tenía las meninges deshidratadas. 

(cara de muerto, sufriendo)

Es que es verdad. los logros cuestan, y hay que sufrir para conseguirlos. En relación con esto he leído en otro blog  las declaraciones de un triatleta de larga distancia, Clemente Alonso se llama.  Hablaba de que los fondistas tienen un carácter especial, por tener como herramientas diarias el duro trabajo, la paciencia, la humildad de mejorar cada día un poco más, la constancia, el compromiso, el sobrellevar las lesiones... Estoy totalmente de acuerdo, emplear una hora más o menos, 5 días a la semana ( o los que sean) sudando y sufriendo para sentirnos satisfechos y orgullosos de una leve mejora o simplemente de llegar a casa cansado y sintiéndote mejor contigo mismo y con los demás, tiene que mejorar nuestro carácter por narices. 


Ni me considero aún alguien que se pueda definir como deportista, ni un ejemplo de como sobrellevar las adversidades y los golpes (continuos, coñe) que nos da la vida, pero sí puedo decir que desde que practico deportes de fondo veo las cosas (todas) de otra manera, relativizo los fracasos y elevo a la categoría de triunfo los pequeños logros, sobre todo, por supuesto, aquellos que me ha costado sufrimiento.  

El sábado no hice una gran marca, pero superé la tentación del abandono y comprobé que sino me hubiese costado sufrimiento, no habría llegado feliz a la meta, en esos momentos, cualquier problema laboral, familiar, amoroso o de cualquier otro tipo, está olvidado. 

(Feliz como una perdiz)

Es lo que hay, en el deporte, como en la vida, los logros cuestan, y hay que pagar, con sudor....

martes, 6 de septiembre de 2011

¿Quién teme al lobo feroz?


El miedo es natural en el prudente, y el saberlo vencer es de valiente. Eso dijo el escritor, soldado y conquistador español Alonso de Ercilla.

¡Qué miedo he pasado ayer!. Para olvidar mis males, y después de una agradable tarde de playa, fui a entrenar. Como anteayer tocó la tirada larga de los domingos y además no venía a Cabañas ninguno de los habituales compañeros, decidí ir al Río Eume a subir cuestas. Quería repetir el entrenamiento de la semana pasada con el amigo Chedo, pero como iba solo, iba a hacer en vez de 15 km, 8.


Me noté muy bien, la subida intenté hacerla trotando el máximo tiempo posible, y caminando solo cuando fuera indispensable. Llegué a la Cantera del Eume (algo más de 3 km y una desnivel de 320 metros) en poco más de 24 minutos, encantado de la vida y maravillado de las vistas que se pueden apreciar desde allí (Rías de Ferrol, Ares y al fondo las Sisargas tras la Torre de Hércules).
Empecé a bajar a toda velocidad y enseguida me arrepentí de alargar la tarde de playa, ya que empezó a oscurecer. Corrí, corrí y corrí, salté troncos, charcos, piedras..."qué raro" este camino no me suena" pensaba, uyuyuy...mucho tiempo duraba esta carrera. A todo esto me crucé con dos corzos, una pequeña manada de jabatos, murciélagos y otros bichos nocturnos, vamos que empezaba a  "acongojarme".  

Habría que analizar por qué cuando uno tiene miedo empieza a cantar. Ahí estaba yo, corriendo todo lo que daban mis piernas y cantando, "lolailolailooo" e intentando tranquilizarme: Bueno, me he perdido, da igual, el río está allí abajo y todas estas bajadas acabarán allí, decía yo todo ingenuo. Pues no. De pronto los caminejos se acabaron y lo único reconocible que vi fue, allá enfrente, al otro lado del río, la silueta del fantástico monasterio de Caaveiro, que en teoría está a unos cuantos kilómetros río arriba de mi destino deseado.

Ya era casi de noche de verdad,  y la verdad es que tenía bastante miedo. Ya me imaginaba los titulares: "desaparecido un corredor en las Fragas del Eume y aparece 4 días después (aquí el imaginario titular pasó de "pesando 5 kilos menos" a "devorado por los lobos")",  así que después de agotarme un poco mas y no encontrar el camino, decidí subir otra vez a la famosa cantera y bajar corriendo por la carretera, que por lo menos me llevaría a una zona civilizada. Efectivamente, me llevó a orillas del Río Eume...pero a unos 5 km de donde tenía el coche aparcado.

Total, que llegué a casa destrozado y hoy mis piernas dolían como si hubiese corrido un maratón, osea que hoy solo remé un poco en kayak y luego hice una hora y media de bicicleta, que viene bien para descargar las piernas. 


Una aventurilla de corredor para contar a los nietos...

viernes, 2 de septiembre de 2011

Perder el entusiasmo


"La peor derrota de una persona es cuando pierde el entusiasmo" Esta frase me la dijo una amiga hace unos meses, antes de encontrar el trabajo que tuve este año, un día que me vio desanimado y apático, derrotado, en una palabra. Me acordé de ella hoy, al recibir una mala noticia laboral (ya podían haber esperado al lunes y no amargarme el fin de semana, la verdad) y llevo un par de horas repitiéndola mentalmente como una letanía, a ver si me animo.                                       
Llevo dos semanas en paro, que no es nada viendo el panorama que nos rodea, pero tenía la esperanza de recibir en pocos días un alegrón en forma de nuevo contrato. Hoy al llegar a casa y abrir el correo electrónico, me encontré la mala noticia: "a pesar de la estima profesional y personal que te tengo, a corto plazo no puedo contratarte" venía a decir el primer correo que leí. La primera en la frente, como se suele decir, PUM, allá fue mi sonrisa,mi buena cara, mis ganas de hacer nada ....un desastre, vamos. 

Los siguientes correos eran de amigos que no están aquí, algunos preguntándome por mi vida, otros enviándome cosas graciosas o fotos y alguno que otro desahogándose conmigo quejándose de sus "penas" (uno que trabaja lejos de su mujer y solo la ve los fines de semana, otro que está lesionado y no puede correr, otro que se aburre...)ganas me dieron de contestarles de modo desagradable, la verdad. Pero uno es como es,  les contesté animándoles y haciendo algún chiste, la procesión va por dentro y menos mal que tengo este "contenedor para desfogues varios". Ya le he escrito, me ayuda mucho escribir aquí, la verdad, no se como alguno que ha empezado un blog quiere dejarlo (Killoke, tío, sigue escribiendo).


(Puente de Pontedeume, a toda velocidad lo cruzamos hoy)

¡Con lo bien que había empezado el día hoy! un entrenamiento fantástico con el maratoniano Chedo que consistió en 12 km divididos en tres partes: una primera de trote lento (que no fue tan lento) otros 4 km a ritmo algo mas rápido (que por mi culpa fue "bastante más rápido") y una tercera a...¡toda pastilla!  en la que me salté los últimos 400 metros, pero fuimos rapidísimo, la verdad, los conductores que nos vieron cruzar el puente de Pontedeume como almas que lleva el diablo tenían cara de asombro, lo juro.  Aperitivo a pie de playa y bocata playero, tarde de charla amena...en fin, un día perfecto que se torció por las realidades de la vida. 

A empezar a buscar otra vez, coño, en la peor crisis habida y por haber. Menos mal que estoy convencido de que NUNCA CHOVEU QUE NON ESCAMPARA y que QUEDA MUCHO CAMINO POR ANDAR. Así que hoy a dormir lo mejor que pueda y mañana por la mañana a nadar desde Cabañas a Redes y ponerme las pilas. A ver si soy capaz de no perder el   entusiasmo.